sábado, 7 de septiembre de 2013

de desayunos comidas y cenas

"Coffe sir?" escucho cada mañana estas palabras salir de una pequeña sonrisa que contagia la mía.
"Yes please! Yesu timbalé!" respondo mirando a sus pequeños ojos negros y brillantes.
Desparece con la cabeza escondida para colocar, en un tiempo record, una caliente taza de café recién al alcance de mi mano, sobre la mesa que me sirve de escritorio en la oficina de Yangón.

En este punto, el de primera hora de la mañana, tanto en Myanamar como en Europa, mi desayuno no varía mucho. Café y, excepcionalmente, algo para acompañar.

En Bhamo el desayuno también está pagado en el hotel donde descanso, incluido un enorme plato de fruta fresca y recién cortada (piña, pera, kiwi, sandía, mango, melón...). Ya me conocen y me lo colocan en una bandeja de cartón para llevarlo a mi oficina, donde lo reparto entre el staff que lo recibe cada día con una sonrisa y un "morning!". Cada vez se sorprenden menos, ya lo esperan (también ellos se acostumbran a lo bueno).
En Myanmar, la gente suele meterse entre pecho y espalda nada más despertar u plato de noddles bien picantes... lo siento pero a mi no me entra comida a primera hora de la mañana... excepto si me ponen delante pan con aceite y tomate y un buen jamón ibérico.

La hora del almuerzo llega entre las 12 y las 12:30 del mediodía.

En Bhamo, si tengo tiempo, acompaño a la "guesthouse" a parte del staff. Arroz, bambú, picante de distintos sabores, algo de pollo, algún fruto del río y más arroz espera nuestra llegada.
Si, como es habitual, debo inventarme unos minutos para alimentar mi estómago, me acerco a alguna que se agolpan a los lados del camino.
Allí tomo unos noodles con...
con vegetales y algo más.
A veces sumergidos en una sopa
y otras con el caldo a un lado para tomarlo cuando me plazca.
Por supuesto,
siempre un plato de guindilla picante picada
para poner a mi gusto un plato que ya de por si te saca los colores y sudores.

En Yangon... "LUNCH IS READYYYY!!!!!" es la señal que nos hace levantar como robots la cabeza de nuestras tareas para disfrutar de unos estupendos platos que nos preparan a diario en la cocina de la oficina.
Ya sea una tortilla con brotes de soja, cerdo o pollo acompañado de patatas cocidas, arroz (cómo no!), noodles de varias clases y preparados con diferentes guarniciones, y fruta para compartir entre los que tenemos el placer de sentarnos a esa mesa sobre sillas de plástico azul.

Hoy es sábado.
Estoy en Yangón, en el Seint Lain
y escribo mientras devoro un cuenco con Shan Noodles, uno de los más clásicos de Myanamr
y para mi
de los más sabrosos.
Con pimiento y tomate reseco, sésamo, ajo, algunos frutos secos, cebolleta y una pizca exacta de guindilla picante.
Para mezclar elijo pollo en esta ocasión, aunque también podría optar por una pequeña ración de cerdo.


Hasta las 8 o las 9 de la noche no mi momento de cenar.
Casi no he cocinado desde que llegué, sólo un par de noches. Lo hecho de menos.

En Bhamo suelo elegir dentro del menú del hotel.
Prawns, crab, pork o chicken, y a partir de ahí, muevo mi dedo por la lista hasta detenerlo sobre una frase escrita en birmano...
y eso me traen,
sin saber a ciencia cierta que será hasta que lo tengo delante.
Suelo acertar.
Suele estar bueno aunque a veces algo grasiento.
Como solo,
ya sea en mi cuarto, en la terraza o en la pequeña sala iluminada que tienen a la entrada.


En Yangón, cada noche visito algún pequeño o gran restaurante junto al resto de franceses que trabajan conmigo.
Ya sea el Ykko, Seint Lain, House of Memories, Onyx, Sports bar o alguna barbacoa china o birmana, donde eliges en crudo sobre una amplia variedad de carne, pescado y vegetales que te preparan a la brasa antes de llevarlo a tu mesa.

¿Con que regamos las cenas?
Con una cerveza, la más tradicional del país, la "Myanmar", nada original.
Aunque hay otra bebida a la que me he aficionado... aunque siempre me ha gustado. 
Un buen y fresco zumo de lima, perfecto para combatir el calor y la elevada humedad de esta región.

Me alimento bien.
Hay variedad y casi todo es muy sabroso aunque también muy picante.
(aunque tengo unas ganas de un gazpacho y de un buen plato de jamón ibérico)

Eso sí!
Ya soy casi un experto en el uso de los palillos!!!


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