lunes, 24 de octubre de 2016

El olvido de un pueblo estoico


Cuando las tormentas son más fuertes
cuando el cielo se vuelve tan oscuro y asusta
cuando el viento a ráfagas te tumba
cuando los truenos suenan a muerte...

...entonces me convierto en roca fría e inamovible ante la tempestad
resistiendo embestidas por mi propio peso que me enraíza a la tierra
escondido en medio de la multitud solo y sin vida aparente
pero templado en lo más adentro

...entonces me convierto en agua fluyendo río abajo
con cambios de velocidad y forma 
calmando los nervios
o agitando la superficie 
dependiendo del momento,
a veces callado y otras desenfrenado... despilfarrando alegría.




Niger me esta alzando hacia mis límites
pero debo poder mantener el rumbo.


No tarde mucho en enfadarme por la horrible realidad de esta gran crisis
olvidada
olvidada por todo
olvidada por todos.





Veo, hablo y siento lo que muchísimos sufren
bajo el sol abrasador que ilumina toda la cuenca del lago Chad
(puro desierto, si no queda claro, si a alguien se le pasa por alto...)

Esta es una de las grandes crisis humanitarias que asolan el planeta,
el mismo que nos acoge, el mismo que maltratamos.
Esta es una de las grandes crisis humanitarias del tiempo en que vivimos
pero esta es silenciosa, esta olvidada
por los millones de medios que nos rodean
por una humanidad cada vez menos humana.
Se cierran los ojos sin ser una solución.


El lago Chad se muere poco a poco bajo el calor del Sahara,
se evapora dejando salitre sobre la arena.
Tres países se ahogan poco a poco  en una lucha
por el territorio y las mentes.

Pueblos enteros de Niger, Chad y Nigeria huyen y se juntan ante el avance de la violencia,
bajo un calor abrasador se protegen con las pocas cosas que cargaron andando desde sus villas
y los pocos materiales disponibles a su alrededor,
mientras la arena se cristaliza bajo el retroceso de las aguas del lago.

Días que pasan buscando agua y huyendo de un sol inclemente...

Cientos de vidas con sus sueños, vivencias y esperanzas destrozadas por una sin-razón.

...olvidadas


Tras 10 semanas de intenso trabajo
y de estoico amarre a la realidad...
...estoy cansado sin desfallecer,
mentalmente agotado por lo intenso y difícil  de cada paso,
que hay que dar,
porque hay que seguir adelante y saber amoldarte a cada situación.

El calor vuelve a llamar a mi puerta
y le recibo con el aire acondicionada de mi habitación...
y no me siento mal por ello,
pero si afortunado.

















¿dónde esta el limite del sufrimiento?
muy lejos del mío...biensûre!!



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