Un foco de luz en medio de la noche,
escenario de un solista a quien nadie vigila
rodeado de un anillo que escapa a la vista,
platea arena, piedras y reproches.
Bailaba bajo la luna anteanoche
dejando de lado las frías fotografías,
visiones incompletas desde la ventanilla
de un acelerado y pequeño coche.
Recogo su imagen un día después
le soplo una sentida melodía
entiendo que es un poquito más mía.
Hoy le escribo, y aun no sé el por qué:
ella no me da calor ni comida
pero me tiene en constante vigilia.
(tumbado, frente a mi tienda, medianoche,
sobre una ya fría arena)
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