Dos
semanas y pico en España, entre viajes, resfriados, fiestas, comidas,
reencuentros, lumbagos y abrazos, casi no me he enterado.
Y ya
estoy en una nueva misión
Cada vez
más difícil
Cada vez
más acostumbrado
Cada vez
una emergencia mayor
Oxfam
Intermon me acoge bajo su paraguas y me ofrece la oportunidad de ayudar a más
gente de la que podría imaginar.
Lo dudo
en un principio, pero en cuanto recibo su llamada la ilusión gana al cansancio
y la adrenalina hace lo demás.
Y aquí
estoy ya.
En Sur Sudán.
De
principio tengo 3 meses para gestionar un
equipo de emergencia que debe dar cobertura de agua, saneamiento e
higiene a 75.000 personas desplazadas en mitad de la nada, junto al río Nilo.
Esto y
poco más es lo que puedo contar de lo que me espera por delante, pues tan sólo
acabo de llegar.
Lo que
sí puedo decir es lo que hoy vi.
Más de
20.000 personas en un campamento situado
en la ciudad de Juba, junto a una base de NNUU.
Jamás
había visto algo parecido.
Un
espacio ínfimo para tal cantidad de gente, letrinas de emergencia (de zanja) ya
llenas tras tan sólo una semana de su construcción, colas infinitas para
recibir un cazo y unas pastillas de jabón, un sol de verano sevillano sin agua
a la vista ni prevista….y los niños…
No
quiero ni intentar describirlo, y mucho menos pondré fotos porque jamás quise
usar este blog como algo sensacionalista, sino como una aventura de vida
contada en primera persona.
Así que
tan sólo terminar esta entrada diciendo que hasta en las peores condiciones
encontraré la manera de sonreír, de disfrutar de la vida y de mi trabajo, que
no estaré disponible cuando me encuentre en mi zona de trabajo, tan sólo cuando
venga a Juba podré escribir unas palabras y que siempre soñé con una
oportunidad como esta aunque nunca estás preparado para ella.
La
aprovecharé, como siempre intento hacer con cada instante.
Aprenderé
pues soy un eterno estudiante.
Escribiré
lo ilegible y las memorias de un Sawa imaginario.
Y me
cuidaré… tenedlo presente, me cuidaré más que nunca.
*
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