sábado, 31 de marzo de 2012

Tras el Siroco

               Se vuelve a poner el sol un día más en los campamentos de refugiados saharauis de Tindouf, el viento sigue pegando fuerte, pero la arena ya no pincha y tampoco te obliga a cerrar los ojos que escondemos tras los turbantes.

En los últimos días hemos vivido y trabajado bajo el constante soplar de la arena, con un extraño calor bochornoso que se instauró tras una tormenta de agua.

mmmmmmmm…agua y bailes….

La presión por cerrar presupuestos antes del 31 de marzo acabó el 27, buen trabajo y sin tener que esperar al último día. No ocurre lo mismo con los trabajos, que aún se están terminando. Falta aproximadamente un mes para poner en marcha la planta de osmosis de L´Aaiun tras conseguir el caudal necesario para ello.
Agua potable para L´Aaiun y Ausserd…quisiera estar aquí cuando ocurra, y creo que no podrá ser.


Llega la noche y se vuelven a desplegar las estrellas por las inmensidades de este cielo.
Llegan las últimas noches bajo esta luna, a la que por lo menos, volveré a ver llena una vez más.
Empiezan las recapitulaciones en mi cabeza durante el poco tiempo que tengo libre para reposar la cabeza.
Empiezan los informes finales.
El comienzo de un nuevo capítulo??
Siempre

Quizás nunca viví tanto en el presente como ahora, y sin embargo vuelvo al futuro deseoso de intuirlo.

Ahora sí estoy definitivamente  adaptado al Sáhara, al proyecto y a la gente…al día a día.
Me faltan…me faltan muchas cosas por aprender y entender, pero ya me siento como en casa…no sé como explicarlo, porque se debe aplicar a la vida en general
y no sólo al lugar.






Pero sigo abierto a los caminos que se me presenten…todos tienen un buen final
Estoy atento




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