lunes, 25 de marzo de 2013

Calor Blanco, Frío Rojo


Cuando parece que algunos rayos de sol comienzan a cumplir su función,
una nueva corriente de aire trae en pocas horas una nueva tempestad de nieve.
Se cubren asfaltos y tejados.
Los coches son ahora todos blancos.
Una cúpula de nubes cubre de nuevo la ciudad con una luz clara y difuminada.


Y sin embargo mi alma se calienta a cada paso que doy en esta ciudad,
con cada persona que hablo me siento más seguro de mis trazos.
Es difícil el día a día,
la soledad de un cuarto vacío y del café de la mañana,
el esfuerzo de una rutina autoimpuesta a base de ejercicios, lecturas y escuchas...
no siempre la cumplo como me gustaría,
pero no por ello dejo de levantarme temprano, en busca de mi objetivo, cada nueva jornada.

Y ahora me llega un nuevo regalo:
tres semanas en Barcelona,
utilizando mis conocimientos para crear una manera de trabajar y actuar con MSF,
aprendiendo su estructura y de su experiencia,
buscando meter la narizota en algo tan grande que me permita llegar más lejos de lo que alguna vez pensé...
pero para eso, aun me queda mucho por recorrer.

No sabía que la Ciudad Condal pudiera acogerme en medio de mi aprendizaje de idiomas,
pero ahí está!
y no la pienso desaprovechar.

Dejo la blanca y cálida ciudad de Bruselas en las primeras semanas de abril.
Me acerco al Mediterraneo.

Pero volveré pronto.
Pues aún me falta mucho calor que recibir y que aportar a esta ciudad.

A pesar de la velocidad de crucero en la que sigue instaurada mi vida... no me mareo...




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