domingo, 16 de agosto de 2015

UN PEQUEÑO PAÍS...UNA PEQUEÑA ESTANCIA

Hace un año y medio ya tuve la suerte de conocer al país que me ahora me acoge.
Tan sólo unos días me senté y tumbé en sus playas, frente a su querido Tanganika , para respirar tranquilidad. 
Y la respiré, y descansé y recogí la energía necesaria para continuar en Sudan de Sur.
También sentí una incertidumbre con respecto al futuro, no muy preocupante para los burundeses pero a la que debía de estarse atento....las elecciones al país llegarían en 2015 y todos temían, sin esperarlo, un cambio en la paz de los últimos años.

Los temores comenzaron a hacerse realidad en Burundi en la primavera de 2015. 
Los pormenores del por qué, no son parte de mi entrada, pero la consecuencia es una incertidumbre en todos los estamentos de la sociedad.
Unos porque si y otros porque no, 
van dejando muertos aquí allá, 
desplazados resguardados en la aparente tranquilidad de las colinas de diferentes regiones del país 
y refugiados en los tres países que limitan con este pequeño país de la región de los grandes lagos de África.

Y ahora, en pleno verano, con el miedo y la incertidumbre de si el pasado volverá a reproducirse en el futuro, Oxfam (con un equipo de tres personas entre las que me encuentro) se lanza a realizar una misión de evaluación, preparación y repuesta (en caso de ser necesaria) en el interior de Burundi. 

Mi primera misión en un país francófono. 
Mi primera experiencia de trabajo donde el francés forma parte del día a día laboral y también en el tiempo de ocio. 
Hace unos meses no estaba preparado, y creo que todavía no lo estoy completamente, pero me lanzo al vacío a comprobarlo por mi mismo, a aprender y a estrellarme las veces que haga falta (para volver a levantarme).
Se trata de un tipo de trabajo que nunca antes había realizado, el momento de un país que comenzaba a desarrollarse (en la ciudad siempre mucho más que en la zona rural), comienza una nueva crisis política (siempre los mismos y su deseo de poder....da igual de que país del mundo se trate) que afecta y afectará a la población. 

Desplazados y refugiados de movimientos desconocidos.
Condiciones higiénicas que se agravan con la consecuente posibilidad de enfermedades que se complican con la falta de acceso al agua potable y a un saneamiento adecuado...el pan nuestro de cada día pero envuelto en una oscuridad de desconocimiento.

Para mi: una nueva experiencia laboral, diferente a todo lo anterior, donde aprendo de un nuevo contexto y de unas metodologías de trabajo que nosotros mismo debemos adoptar y preparar.

Espero con toda mi alma que todo el trabajo que aquí realice se quede en papel mojado, 
material preposicionado sin necesidad de ser utilizado y conocimientos dejados a la población que no llegue a ser implementados....
que todo quede en el susto, 
que este precioso país y su siempre sonriente gente puedan volver a trabajar duro para mejorar Burundi y no para salvarlo de la miseria.

Y yo, mientras tanto, pienso en otro país al que me gustaría acompañar, y espero que antes o después pueda juntarme y compartir la experiencia sin la soledad de la noche.

Siempre me quedan además esos momentos que se me quedarán para siempre en la memoria, grabados como una gran sonrisa fotografiada en mi recuerdo. 
Ayer, junto al lago durante la puesta de sol, una madre hipopótamo y su pequeño hijo, nos espiaban bajo el agua, dejando entrever su orejitas y sus ojos saltones, mientras tomábamos una cerveza fresca y nos reíamos de cosas  sin importancia y de las cosas que si la tienen.

Sigo siendo feliz con mi vida inestable, 
desde ayer mucho más...





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