La mochila rehecha,
parece más vacía de lo que estaba cuando llegué,
pero me voy cargadísimo de amigos, experiencias, conocimientos
buenos momentos
y también alguno que otro malo (para qué negarlo),
y unos recuerdos imborrables de mi mente y mi corazón.
Tras una primera y oscura noche en un albergue el primer día ví como las estrellas congeladas acariciaban la ropa que me abrigaba, y un barrio "Les Marolles" me decía:
"Hello! this is your home!"
Y así me he sentido en todo momento,
como si esta ciudad me hubiese estado esperando desde largo tiempo.
Aquí he vivido las nieves
las lluvias inacabables
y los afortunados días de sol que estiraban aún más mi sonrisa.
Hoy ha amanecido nublado,
un nuevo día en Bruselas,
pero para despedirme, las nubes dejan entrar los últimos rayos de calor y luz por mi ventana.
Suena mal decirlo...
pero estoy orgulloso de todo lo conseguido en estas escasas 9 semanas.
Me cuesta dejar esta ciudad centroeuropea...
volveré!!
Me costará no ver a diario a Marie Clare, a Nanna, a Yacine, Cassine...y a tanta gente que me ha abrazado a diario.
También dejo atrás un nuevo acercamiento a la escalada
y unos cafés de bol matutinos en la Place de Jeu de Balles...
Ahora me adentro en una nueva aventura:
Sevilla y Cádiz para preparar,
París para formarme,
y finalmente Myanmar para trabajar durante los siguientes 6 meses
Es dura la partida,
pero juego a caballo ganador...
y además esto es tan sólo un "hasta luego!"
Merci pour tout belle ville de Bruxelles!
Merci pour vous, mes amis!
Merci pour la vie que j'ai choisi vivre!!
À la prochaine!
Hasta la próxima!!!
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