lunes, 17 de junio de 2013

Paris m'enseigne...


Siempre me entra un extraño miedo acompañado de adrenalina cuando algo nuevo está por llegar,
y esta vez en poco o nada me equivocaba.
París me enseña en idiomas en los que nunca he aprendido,
París me obliga a desenmarañar conocimientos más allá de las 24 horas que dura el día,
sin descanso,
París me acuna bajo su cielo gris coloreado y me despierta al instante para que no me pierda entre sueños aún no vividos,
para que despierte a la realidad de mis flaquezas,
París me presenta nuevos compañeros de aventuras
instantáneas o duraderas,
París no se deja ser visitada
hasta que no suba este escalón,
pero aún así me escapo de su vigilancia para perderme por algunas de sus calles que tras tan sólo una semana, ya siento como mías.
París, la gran desconocida que me enseña las huellas de los pasos que estoy empezando a dar.

Solidarités y sus PAD, los cursos de presentación a la organización, a su manera de trabajar, de sentir y de actuar en el mundo de la ayuda humanitaria. Son dos semanas de alta intensidad, con temáticas que se van explicando mayormente en inglés, aunque otras se dejan llevar por el idioma natal de esta ONG francesa.
Mucho tiempo por delante para aprender de su experiencia y mucho esfuerzo por realizar para ofrecerles algo de mi que merezca la pena.

La soledad no es completa, pues recibo sonrisas cercanas, besos venidos de lejos y abrazos que a veces no encuentro.
Pero sobre todo me tengo a mi,
disfrutando de cada momento
hasta de lo incomprensible,
desde esta pequeña habitación con esta gran cama,
acogido entre sus mantas cuando siento frío
y desprendiéndome de ellas cuando los calores me alcanzan,
poniéndome de café hasta las trancas
mientras zurzo mis descosidos.
Voy creciendo tanto que cada día me siento más pequeño,
en este mundo lleno de posibilidades
y lleno de trampas,
busco unas y me caigo en las otras....
¿y qué más da
si luego nos volvemos a levantar?

Una semana
y ya estaré volando hacia el sudeste asiático, hacia Birmania, donde todo (o casi todo) será nuevo.
Pero mientras tanto seguiré aquí estrujando hasta la última gota del jugo de este curso.
Echo de menos tantas cosas...sobre todo la comodidad de tener todo controlado.
¿Pero quién sería yo con un pájaro ya en la mano?
prefiero verlos a todos volando mientras yo trato de alcanzarlos.

Este fin de semana me senté en compañía frente a Victor Hugo
y me susurró al oído:
"To live is the rarest thing in the world,
                               people most exist.
                               That's all!"


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