lunes, 18 de julio de 2016

La locomotora sin freno

No sé exactamente decir la fecha que dictó el comienzo.
No sé ni mucho menos poner sobre la mesa uno o varios sucesos
que pusieran en marcha la locomotora
la cual nos lleva a esta velocidad vertiginosa alcanzada en el mundo
en este último mes de Julio...
...y lo que está por venir, podría asegurar, será más aceleración...
el tren aún no ha descarrilado.

Llevamos poco más de dos semanas del mes de Julio de 2016
y las cifras de ataques considerados terroristas me dan miedo:
más de 50 entre bombas suicidas, tiroteos,
ataques con vehículos, bombas, ejecuciones,
ataques con cohetes y granadas,
coches bomba, ataques con machete...
con más de 800 muertos
y sobrepasando las 1000 personas heridas gravemente
(personas marcadas para siempre)
en 19 países que he podido encontrar en una corta búsqueda.

Pero eso no es todo...

La guerra a vuelto a Sudan del Sur
tras un brevísimo periodo de "paz"
que nadie llegó a creerse
con más de 300 muertos en los primeros días.
No puedo tampoco dejar de recordar a diario
a las poblaciones de otros países que siguen sufriendo guerras que nada bueno les trae
Yemen
Iraq
Republica Centroafricana
Siria
y otros conflictos olvidados tanto por mi como por la sociedad que me rodea.

En Turquía un intento de golpe de estado
del cual no quedan claras las intenciones
pero que dejan más sangre y piel
incrustada en el asfalto
y en la memoria de sus gentes.

Miles de personas huyendo
cruzando desiertos y mares
hacia lugares y futuros desconocidos.
El miedo a perder sus vidas calza y empuja sus pies.

El miedo
se lleva apoderando del corazón de las sociedades,
familias y personas
desde ese momento que no se delimitar en el pasado.
Sólo sé que es enorme...y que sigue creciendo.

El miedo ha movido miles de votos
que finalmente han sido indispensables
para sacar a Gran Bretaña de la Union Europea
( esa que con sus cosas buenas y malas,
a ayudado a mantener la paz entre territorios europeos durante todos estos años).

El miedo que ha impulsado
a cientos de miles de españoles a las urnas,
miedo a que unos sigan
y miedo a que otros lleguen.

El miedo sigue construyendo muros de hormigón
separando países
tanto en America como en el Mediterraneo.

El miedo que en los Estados Unidos hará votar
tanto a favor como en contra de un ególatra.

Se escuchan, escriben y dicen palabras de esperanza...
pero es el miedo el que les da sentido
bajo su forma coloreada.

El oscuro miedo que todos tenemos y tememos.

La soledad en la cual nacimos y morimos
la tememos mientras vivimos.
Nos arrejuntamos, nos vestimos,
sonreímos y nos enfadamos...
de nuevo por el miedo a quedarnos aislados.

Y aquí,
en mi burbuja de verdades no del todo ciertas,
o al menos incompletas,
intento descifrar cómo empezó todo
y cuando el tren acabará descarrilando.
La velocidad sigue aumentando.
Los muertos siguen creciendo.
El miedo va ganando.

Y siento que el universo se ríe
de nuestros infantiles comportamientos.

Yo, por mi lado,  trato en estos meses de mirar cara a cara a mis miedos internos.
Observo los ojos de las personas que han llegado a los límites inimaginables del miedo
y escucho historias que jamás reproduciré
(al no ser mías)
pero que se clavan en mi memoria
construyendo un poco más mi personalidad...

Solo me queda recordar lo que alguien un día escribió
y otro día yo ya reproduje:

"... nosotros seguimos creyendo en los asombrosos poderes del abrazo humano"




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