viernes, 11 de noviembre de 2011

Sobre descansos ocupados


Tres y media del día de descanso semanal.

El sol quema fuera, por lo que mi tienda me protege mejor que cualquier crema solar. Cuatro aspas giran en el techo, refrescando una estancia que tras volver de una bien aprovechada reunión de seguridad de las ONGD´s, se encontraba demasiado cargada.

Por eso abro la puerta.

Por eso y por no olvidar donde mis pies se tratan de posar.

En dos días volverán alguna gente. La tranquilidad del lugar permanecerá, pero no hasta el extremo que en la última semana hemos respirado, pues ahora somos 5 cooperantes en toda la base WeatherHaven.

Mucho trabajo de oficina. Contadas salidas al terreno y casi siempre escoltado. Delego en saharauis para llevar a cabo ciertas funciones.

Los descansos....escasos, pues vives dentro del proyecto y es dificil dejar de pensar en él. Y ahora liados con temas de seguridad andamos todos...una parte del trabajo que no estaba programada.

Si en otro lugar no sales de la oficina para trabajar en una semana...pues tampoco pasa nada. Pero aquí...


...saber que salir a la obra conlleva estos horizontes, mezcladas con música saharaní o tuareg, con silencios risas y charlas con Mohamed (conductor de la oficina técnica) y Mehdi (compañero ingeniero Saharaui), de las que tanto aprendo, hace que te muerdas los muñones por no poder disfrutarlo todo lo que anteriormente podíamos.

En las noches, tras cenar de aquí y allá, despliego las orejas, resintonizo la mente y aprendo compartiendo con las experiencias y presentes de gente digna de admirar.

Cuando llego a la cama y mientras continúo con las aventuras del Caballero de la Triste Figura, llego a sentir que sigo siendo un niño que juega a ser mayor.





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